¿Somos lo que comemos?
En la actualidad, se escucha con mucha frecuencia el concepto de que “somos lo que comemos”, pero ¿qué tan cierto es esto? A continuación, se analizará cómo los alimentos que ingerimos tienen un impacto directo en nuestra salud y bienestar.
¿Qué comemos?
La mayoría de las personas consume alimentos procesados con altos contenidos de grasas saturadas, azúcares y sal, los cuales incrementan los niveles de colesterol en el cuerpo, predisponen la aparición de enfermedades cardiovasculares y promueven la obesidad.
Es importante considerar que la calidad de lo que comemos afecta directamente nuestras funciones corporales, por lo que es necesario llevar una alimentación balanceada y variada, rica en vitaminas, minerales y fibra.
¿Cómo nos afecta lo que comemos?
Los alimentos que consumimos afectan directamente nuestros niveles de energía, el rendimiento mental y físico, y el estado de ánimo. Los procesos digestivos influyen en el bienestar emocional, de modo que llevar una dieta saludable puede disminuir la ansiedad y la depresión.
Una mala alimentación también puede originar deficiencias nutricionales, que pueden llegar a ser graves si no se trata a tiempo y se lleva una dieta adecuada.
¿Qué podemos hacer para cambiar nuestros hábitos alimenticios?
- Planificar las comidas y evitar los alimentos procesados.
- Incluir en la dieta alimentos frescos y naturales como frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras.
- Beber suficiente agua durante todo el día.
- Evitar el consumo de alcohol y bebidas azucaradas, ya que son altamente calóricas y poco nutritivas.
- Tener una alimentación equilibrada y moderada, no exagerar en la cantidad del consumo de comida.
En conclusión, somos lo que comemos y nuestra salud depende en gran medida de la calidad de los alimentos que elegimos. Por lo tanto, es esencial llevar una dieta equilibrada y saludable para mantener un cuerpo y mente saludables.